jueves, 24 de marzo de 2011

.

-Bésame
-No...
-Si pudiste besarlo a él, puedes besarme a mi
-No.
-¿Por qué no? ¿Qué te sucede?
-Es que tú no entiendes...
-¿Entender qué? ¿Que eres una cualquiera cotizada? ¿Que no te atraigo como tu amigo? ¿Que soy muy diferente a lo que buscas? Entender qué, dime!
-...
-¡Habla, maldita sea!
-Él es mi amigo...
-¿Y?
-A él no lo amo...
-¡¿Y?!
-A ti si.
-Pero si ni siquiera puedes besarme, ¿cómo puedes decir algo así?
-Con él pasa y se va. No dura, es un reflejo, un instinto complacido, sin ayer ni mañana...
-¿Y eso qué tiene que ver conmigo?
-Tú me harás daño si te beso... porque te amo. Y no es fácil hacer como que no ha pasado nada después de haberlo hecho, o siquiera de imaginarlo. No es fácil ni verte a los ojos sin pensar en todo lo que no te he dicho... No soy una cualquiera, como me haz llamado. Lo hago con él, sí, porque somos seres humanos. Porque no almacenamos historias de los dos, porque somos cuerpos y nadamás. Pero tú... tú me haces daño con tan sólo ser tú. Cuando me miras y piensas ke soy de lo peor, cuando pareces no entender lo que tú también haces por deseo o rencor. Cuando tú eres el mudo, el que trata de manejarme como un objeto, el que demanda sólo el calor de mi cuerpo, y creeme, eso es lo último que quiero darte... Porque quiero darte primero lo que soy, mi escencia, mi imaginación, mi vitalidad, mi capacidad de resolver las cosas y mirarlas diferentes. Quiero que entiendas que contigo deseo ser más que materia, quiero ser alma dentro de un cuerpo que está dispuesto a demostrarte lo que no ha demostrado jamás...
-...
-Eres un idiota.

No hay comentarios: