sábado, 17 de abril de 2010

De porqué me sigue pareciendo raro ser mujer...

A ver...
Soy la única niña en casa, dejando de lado (claro) que mi mamá es una mujer adulta. Bien, eso me deja a merced de dos hermanos mayores que compartieron su muy masculina infancia conmigo. ¿Qué podía hacer yo? Claro me encerraba en mi habitación a jugar con mis muñecas, pero no era lo mismo... He ahí un mottivo: Ser niña implicaba (para mi) SOLEDAD.
Tuve una amiga un año más grande que yo, era mi vecina. Y jugábamos a que teníamos novios.. y nos pseudo maquillábamos... Pero  yo quería jugar con muñecas... Ahi otro estigma: Las niñas tienden a crecer y a abandonar el juego por pinturas.
Pasé a entrar a primaria... otro trauma: las niñas usan FALDA. Y que quede claro, usar falda implica que se cuele el aire, quedar expuesta, no subirse a las resbaladillas xq rozan, y no usar los pasamanos xq te miran los niños desde abajo ¬.¬...
Cuarto año, mamá empezó a trabajar lejos, eso significaba: "Tania, péinate sola"... OH NO!.. Otro trauma!: Las niñas tenemos el pelo largo, y debemos llevarlo siempre bien arreglado. [Debo mencionar que yo era pekeña, y mi cabello muy rizado y largo, y odiaba las bolitas?... La maestra pensaba que mis papás pasaban por un momento crítico de su relación y me descuidaban... Pero en realidad, siempre fue por culpa de mi incontrolable cabello u.u)...
Secundaria. Las faldas grises, los suéteres verdes. Usar licra :)
Trauma siguiente: MODAS.
Las modas no se me dan bien. Es algo que JAMAS superaré. Mientras las demás niñas usaban el corte de cabello de moda, yo usaba mi eterna cola de caballo y mi fleco miserable. Diré que, por supuesto, yo fui una de esas niñas equis de secundaria que pasan completamente desapercibidas.
Amigos, amigas, ADIOS por fin a mi timidéz..
Siguiente inconformidad: Las niñas tienden a enamorarse de sus amigos, o en su defecto, por los peores canallas del salón.
Yo? En efecno no fuí para nada la escepcion...
Me enamoré de un estúpido guapísimo que de principio era mi amigo y se llevaba muy bien conmigo... Pero después fueron dos largos años de infierno, hasta que en tercero lo mandaron a la tarde por desmadrozo, y yo (casi) pude enfocarme en mis estudios...
Para acabarla de amolar, las niñas somos muy cursis...
y YO en lo personal me aburro con MUCHA FACILIDAD:..

así que continuaré mi lista de la manera siguiente:
(nótese que me fijo en MI, en MIS traumas personales del PORQUE NO me gusta ser niña...)

*) Me toka lavar trastes, y hacer quehacer general.
*) Tengo ke maquillarme.
*) Odio tener más de dos perfumes... es tonto, una sólo debe de oler a UNA cosa..
*) Odio las BOLSAS,.. LAS ODIO!.. se me hacen estorbozas! Y las de moda parecen PAÑALERAS!
*) AMO los morrales hippies. pero dicen ke se ven como de niño.
*) Adoro mi cabello... pero me choca peinarlo.
*) Odio tener que usar VESTIDO en una reunión importante.
*) Odio los millones de pares de zapatos! Nisiquiera las tiendas de zapatos me gustan!
*) Tampoco me gustan las tiendas de ropa...
*) Sé cocinar, pero TENGO que hacerlo sólo xq soy mujer ¬.¬
*) No siempre puedo ser coloridaaaa >.
*) Amo mis peluches, y los seguiré amando hasta que esté anciana y haya tenido mil nietos.
*) Porqué somos nosotras las que tenemos ke abortar!!
*) Gracias a Dios no somos nosotras las que usamos condon!
*) Y de alguna extraña y morbosa manera, somos nosotras quienes terminamos (empezamos) por ponerles a ellos condón... [pero es por mera protetzion personal u.u]...

Y ps... se me fue la inspiración gacho jajaja xD.,...

Seguro tengo más quejas...
Pero ya será luego..

No es que odie mi género, obvio hay cosas MUY  buenas de ser nila, LAS HAY, y´o sé que sí... Como usar pantalón, o usar aretes, y pintarnos las uñas de los colores que quermos y como queramos....
Y los niños no puedeeen muajajaja...
pero en fin..

Basura mental? Sólo aki ^^!.

jueves, 8 de abril de 2010

Estos últimos días han sido de claustro perfecto. Si quiero, salgo, si no, me quedo aquí. Absorbida por la tecnología, y mayormente, por mi imaginación. Y me he dado cuenta de que mi familia es genial, y que la extrañaré demasiado. He tenido tiempo de ver a la mayoría de mis amigos y de platicar con ellos... He sabido del mundo, me he indignado con las noticias que recien npasan... Y aún así, la vida se vuelve cada vez más carente de sentido.
Esto es como si la muerte fuese más importantes.
Ajá... Balazos en mi calle por segunda vez en este día. No sé como es que me desencibilizé de todo esto. Dejé de temer a las ambulancias, y pasé a decir "ahora quien se murió?"...
Perfecto, la muerte invade más y más nuestras calles.
La cutlrura se dejó de lado, no hay valores ni descencia, ni pudor ni nada de eso que antes pululaba.
Que asco.
No es culpa del gobierno (nisiqueira entiendo xq mierdas escribo de ellos en mi blog)... Es culpa de la gente (en serio!)... Ha dejado de lado el amor y la educación y se han entregado al dinero, a la vida fácil, a la flojera y al degenere.
Me asquea (ciértamente) la situación de mi país. No sólo se trata de los actos ni de las actitudes, sino de todo lo que las precede y lo que les sigue a éstas. Es una desgacia y una reverenda vergüenza.
Me apena ver las noticias cada tarde y reirme de las idioteces (no se me ocurre una palabra más maquillada ante mi ofenza) que publican los noticieros. Y absolutamente no es culpa de ellos, sino de la gente que genera todo.
¡¿A partir de CUANDO México se volvió un asco?!
Sólo así es como las horas pasan: SOÑANDO.

sábado, 3 de abril de 2010

El aire. El agua. El viento. La nieve de chocolate. Las nubes gruesas. La oscuridad. La cama. La noche. La lluvia. Un par de manos. Una webcam. Saldo en el celular. Una sonrisa. Un "hola". Un sueño. Muchos anhelos. El deseo. La angustia. Un solo Dios. La distancia. El calor. Las peleas. Otra sonrisa. La gente. Las macetas. Los mareos. La pasta de dientes. La soledad. Una computadora con internet. Mis papás. La indiferencia. El agua de sabor. Las sábanas. Mis ideas. Las tuyas. El tiempo. La amistad. El amor. Tú. Yo. ...

Creía que todo eso conformaba la vida...
Y quizá sí... Pero sin puntos que separen los conceptos. Es todo junto, revuelto, feliz.

viernes, 2 de abril de 2010

Golpes de almohada, locura y tragedia.

Pensaba ella que con amarlo sería suficiente.
Salía de su casa muy temprano a recolectar flores para él, y las colocaba en un bonito florero rojo junto a la ventana, así su aroma lo despertaría. Recorrió las cortinas y dejó que el aire y el sol entraran, y lo iluminaran a él, que entre sábanas blancas, dormía silenciosamente.
Ella le amaba. Amaba cada parte de él. Amaba incluso aquello que no tenía, porque se decía, "no es necesario, no le hace falta". Adoraba su cabello y su nariz, y su clara tez y su carita redonda. Tenía cierto aire infantil. Ella lo quería por eso. En el fondo, le hacía ilusión amar a ese ser, que aunque se viera todavía como un niño, por dentro era un hombre.
... Y entonces, el viento sopló cálido, jugaba con el cabello suelto de ella, acariciaba la cara a él. Y lo despertó. Entonces, ella corrió despacio y se inclinó a un lado, junto a la cama, y le llenó de besos la cara, y enredó sus dedos en su pelo para que despertara.
Él salía de sus sueños. Se sentó en su realidad, al filo del colchón, y la miró ahí, a sus pies. Ella, pequeña, con sus rizos cafés adornándole las mejillas, con la carita lavada y una enorme sonrisa, dijóle "Buenos días"...
Él jamás entendió porqué no la quería, si era tan linda...
Entonces, él se puso de pie y la tomó de una mano, haciéndola levantarse. Le besó la frente y se encaminó al baño, para ducharse. Ella se quedó ahí, viéndolo alejarse, tranquila. Apenas cerró la puerta, ella comenzaba a jugar a que era bailarina y abría cajones y cajones para escojer la ropa que él usaría. Quizá azúl, como el cielo, o verde como el mar. No lo sabía, pero tenía que armonizar sus vestimentas, no podía dejar que se viera mal, si acaso eso fuese posible. Tomó la plancha, y se puso a planchar frente a la ventana, con la vista fija en la playa. Pensaba que su vida era perfecta, pues vivía a lado del ser que ella más amaba, y despertaba con él cada mañana.
Para ella, eso era la gloria.

Él salió del baño. Se secó y se vistió. La miró a ella, callada y ausente, recargada en la pared, mirando al cielo fijamente.
¿Qué pensará?
Se acercó a ella y la abrazó. Sintió cómo latía su corazón. Él sabía que ella lo amaba, pero él no la quería a ella, aunque fuera tan linda y pequeña...

Me voy.

Y se iba. Y ella se quedó mirando al horizonte. Sabía que volvería, sabía que el final del día llegaría y el aire lo traería de vuelta....

Esa tarde, mientras ella lavaba los trastes e imaginaba cómo iría a decirle a él que estaba esperando un bebé... ["Güero... Tengo que contarte un secreto... Hoy alguien me dijo que ibas a ser papá"...] alguien tocó a la puerta. A ella no le gustaba abrir, porque su madre le había enseñado desde su infancia que no hay que abrir la puerta de la calle cuando se está solo, así que simplemente no lo hizo. Siguió lo que estaba haciendo y se metió aún más en su fantasía... [ "¿Y si es niña, Güero?... Verás que hermosa está, va a sacar tus mejillas enormes, y mi cabello rizao... ¿Y si es niño?... ¡Ayy, me dá no sé qué si es niño! Imagínatelo, así de alto como tú, con esos ojos tuyos tan vivos... ¡Ay Güero! ¡Qué emoción!..."] y no se dió cuenta de que alguien se había metido por la ventana del cuarto de atrás. Ella era sumamente distraida, y le gustaba soñar despierta, así que no escuchó nada, y cerró los ojos para darle color a la piel de aquél a quien en su imaginación hablaba.
["Cántale Güero, cántale a mi panza. Mira que cuando tu hablas se me revuelve toda... Jajaja, noo tontito, la bolita de carne dentro mío baila y se alborota toda. Cántale mi vida, cántale que tú cantas bien bonito. Y cuando nazca, bailará contigo. ¡Ay mi Güero, te quiero tanto, tanto!..."]
Tomó un vaso enjabonado, de plástico verde transparente, y en medio de su sueño, éste cayó al suelo, haciendo un fuerte ruido que la obligó a abrir los ojos, con cierto enfado. No le gustaba ser interrumpida.
Pues, se agachó para juntarlo, cuando de pronto ella también cayó al suelo. No inconciente, pudo ver la figura de un hombre de poca estatura pero fornido con un madero en ambas manos, con el cual le había dado en la espalda para hacerla desmayar.

El intruso no vió que ella seguía con vida, sólo se dió a la fuga. Era obvio que trataba de escapar, pero ella no entendía porqué ni de qué, sólo se fijaba en el reflejo del vaso verde, y perdió la conciencia.

Pasaron las horas. Se hizo de noche. Él llegó a su casa, y vió las luces apagadas. No le parecía extraño, ella acostumbraba tirarse en el suelo del patio a ver las estrellas, y no gustaba de dejar las luces prendidas, decía que le estorbaban.
Ha de estar soñando despierta con que la luna le habla. ¿Qué le dirá de mi?... ¿Le dirá que la quiero?... ¿La luna es capaz de mentir?...
Abrió la puerta. Se oía el chorro de agua callendo. Fue entonces cuando se alarmó. Casi corrió a la cocina, de donde provenía el sonido, y la encontró a ella, tirada en medio de un charco de agua roja.
"No puede ser, no puede estar muerta" se decía. Nervioso tomó su celular y marcó a una ambulancia. Dió la dirección y esperó instruccines. ["No la toque, no la mueva, no intente nada, los paramédicos ya van en camino..."]. Él tenía ganas de gritar. No la quería, pero la estimaba. Era ella quien lo cuidaba cuando se enfermaba, y quien le ayudaba a hacer las cosas dificiles. Quien lo escuchaba y quien lo abrazaba cuando tenía frío. Ella, que tantas veces le había dado todo sin pedirle nada a cambio...
Sí, ella es una gran mujer...

Llegaron los paramédicos, la subieron a la camilla, y despertó.
Apenas abrió los ojos, lo vió a él. Trató de incorporarse, pero las ataduras y el mismo dolor de su cuerpo se lo impidieron... Y un par de lágrimas llenaron sus ojos. Quizo voltear aún más, pero el esfuerzo le lastimó el cuello, y cuando por fin se relajó, su mirada dió directo con un espejo dentro de la ambulancia, que le dejaba ver a la perfección su cuerpo tendido en la camilla, y sus faldas blancas llenas de sangre.
Pensó en su bebé. Y comenzó a gritar, sin eludir palabra. Sabía que habia abortado a causa del fuerte golpe.

Él la tomó de la mano, y notó cómo en ella el mundo se derrumbaba, pero no entendía por qué. Sus ojos derramaban lágrimas al por mayor, y él sólo podia repetirle "Vas a estar bien, pequeña, vas a estar bien".