lunes, 4 de enero de 2010

No pretendo hacer de esto un lugar en donde eche paja. Ni un lugar en donde quebrarme la cabeza imaginando qué tema tocaré. Es sencillamente la bienvenida a las puestas de mi interior, si acaso, de mi alma. ¿El alma existe? Existe... igual que muchas cosas que sólo se sienten pero no se tocan, que sabes que ahí están sin que las veas... Nunca ha sido necesario ver una para creer en ella.
Yo simplemente busco escribir al ritmo de mis ideas, dictando lo que mi mente tiene para decir, o incluso en varias ocuaciones, gritar. Es un espacio serio, de meditación y voluntad. Nadie me obliga, nadie me orilla. Y eso me hace feliz, me calma y relaja. Qué bonito es poder contstruir palabras, o mejor dicho, frases, tan oníricas y eufonicas. ¡Es verdaderamente maravilloso!
¡Gracias a Dios por el español como lengua!
[Que si acaso hubiera conservado el nahuatl como lengua aborigen y principal, absolutamente si]... Pero qué le vamos a hacer, esto de la conquista arrasó con demasiadas cosas.

De igual manera, me agrada saber que tengo donde ser yo sin temor a los ojos de los demás. Sé que si me equivoco con las personas, en el mundo real, podré venir aquí a deshacer mi atmóosfera y a recrearme dentro de mi espacio personal, dando razones cuando las necesite, siendo yo cuando lo necesite.
Pues bien... Seamos nosotros mismos, que ""para eso"" se creó el Internet!
(Definitivamente tengo que dedicarle un espacio a las mentiras cibernéticas,. pero será luego... por ahora, muero de frío y de hambre.. así que me retiro).
¡Salud!

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