martes, 4 de octubre de 2011

Putas ganas de seguir el show.

Yo me enamoré una vez.
De un ALGO que me hacía crecer con sus ideas, creer en un mundo distinto y que con el paso del tiempo, me hizo conocer a mundos distintos dentro de personas lejanas que me influyeron, para bien o para mal.

Me enamoré y conseguí seguirle el rastro hasta donde mis anhelos me dejaron... De manera económica, anímica, social, personal...
Le fui fiel a mi amor hacia eso hasta donde reconocí defectos y virtudes. Y mi amor se volvió menos, pero mejor. Y a la fecha amo aquello que marcó mi vida de manera tan significativa, que realmente creo que absolutamente nadie podría destronarlo de mi corazón.

Eso fue cuando tenia 15 años.
Y eso me acarreó mil consecuencias.
Buenas? Malas? Yo diría más que un mucho de ambas.
Conocí mis límites (literalmente), desde cual alto puedo estar hasta cuan bajo soy capaz de dejarme caer. Y aprendí, a tientas y empujones y trazas de malta y sangre, lodo y rayaduras de coco, aprendí, sobreviví, me levanté, y si bien aun no es algo que me guste compartir, sé que tiene una carga especial, carga que me define como persona.

Algo gritaba eso a los cuatr vientos, y quizá fue de lo que más me prendí:
LIBERTAD. YO QUIERO LIBERTAD.
Entonces la buscaba, la deseaba, la anhelaba bestialmente porque es común en la ideología adolescente. Libertad en TODA la extensión de la palabra...
Ser libre. Ah... a qué olerá el ser libre?...

Entonces no lo supe, porque fui presa de mi misma.
Lo admito.

Pasó el tiempo, maduré.
Creí que nunca me volvería a enamorar de algo tan ASI como entonces.
No niego que no lo busqué. Claro que lo busqué!
En los orígenes de lo primero, en lo austero, en mis alrededores y en los lugares más escondidos. Supongo que no busqué en Haití porque dí con lo que ahora tengo antes. (Gracias a Dios).

Me vi de frente con un nuevo reto y una ideología, quizá menos revolucionaria, pero que gritaba más fuerte aun la palabra, no, la necesidad de la proclamación social de la LIBERTAD.
Algo que sin prejuicios se hacía dueño del mundo que yo desconocía y que espero pronto conocer de manera empírica.

Un Algo cuyo título alborotaba a las antiiguas generaciones, ponía en duda (lo dudo) los valores familiares, las creencias personales, la elección objetal de sus seguidores.
Y ahi estoy yo: fascinada porque un quinteto de sujetos le hacen el amor a las palabras con sus plumas, a las cuerdas en guitarra, al silencio con su voz... Admirada por la sencillez de sus maniobras, la ligereza de sus historias y lo certero y ambiguio que puede ser la normalidad hecha poesía.

Ahi, justo ahi, añorando el arte y suspirando cartas que en su momento fueron dedicadas y de alguna manera alguien las acopló a un ritmo, y aunque llevase bandera de indie, es más vendido que el pan caliente. Bendito marqueting, cómo te odio, pero ayudas a que este país hecho con micos con mocos en el cerebro (unos más ke otros) sea feliz con productos extranjeros que alimentan el malinchismo incipiente.

Y de nuevo.
La MALDITA CRITICA.
Qué sería de mi si me gustara, no sé, algo quizá más aceptado?.
Qué te parece.. am... Narco.corridos?
Sí! Algo así como, no sé, sex and music, nota de suicidio, panda, cosas asi? Eso es lo que la sociedad admira, acepta y promueve.
Qué rábia ser juzgado por, ni siquiera querer, ni siquiera ser, sino porque exista el gusto por algo diferente.

¿Qué es normal?
No lo sé. Hay tantos cuerpos sin cabeza regados por ahi, tantas menores de edad embarazadas, tantos jóvenes que no le encuentran sentido a sus vidas, tanta corrupción y tanto falso (incluso falso!) fanatismo patriotico, religioso, futbolístico (!!!)... que yo juro que no sé qué es Normal.
Normal=común=social. A mi, en lo personal, me enferma.

Y me molesta el comentario y la mirada y el gesto y el tono de voz de desaprobación que me ha venido acompañando durante toda mi maldita vida, porque por una parte deseo agradar, pero por otra, dicho deseo me es incomprensible, además de desagradable debido a las demandas impuestas.

Hoy día puedo decir que si sigo a alguien es con argumentos.
Que me sé defender, que encontré mi lugar en el mundo, en medio de esta pútrida sociedad, y para bien o para mal, me he acoplado a ella de la mejor manera que creo posible.
Y mi fin para con ella, en realidad, es hacer lo posible para salvar a aquellos mundos en crisis. Porque justo ahora, justo hoy, NADIE se merece ser normal.


Aborrezco la idea, sí, de que se me diga "la sociedad es cruel".
Cruel para quien?
No para mi. Lo que me tenían que decir, ya me lo dije a mi misma. Y sé que si estoy bien conmigo,
el resto no me hará daño (comprobado).

Digo orgullozamente:
La Ley cambió mi vida. No me arrepiento de nada, por extraño que parezca. Es una cosa legítima de
mi pasado, completamente romántica y añorable. No la extraño porque siempre va conmigo, siempre
será parte de mi.
Ahora, Love of Lesbian es mi nuevo ícono. Y le pese a quien le pese, así sea a mi propia madre,
nada impedirá que yo crea lo que creo.
Porque una persona no se constituye a partir del nombre (patrañas!), mucho menos una nación. Una
ideologia? Ni hablar!. Entonces no entiendo porqué tanto alboroto por un nombre alucivo, nisiquiera
a una inclinación sexual, sino al amor que tal profesa... Absurdo de los absurdos. Más irónico no
puede ser, si recalcamos que estamos hablando de 5 HOMBRES cantando cosas de PAREJAS HETEROSEXUALES.
Cada quien es libre (LIBRE) de decidir en quien piensa cuando se masturba no? Pues es igual.
Vaya, qué coraje.

No hay comentarios: