lunes, 1 de marzo de 2010

Tengo tanto en qué pensar...
Por un lado, oí (o quizá leí, o quizá vi..) lo que siempre quise saber de ese alguien, desde las primeraz veces, desde entonces cuando un nudo en mi garganta se empezaba a formar al momento del adiós... Entonces, y sólo entonces, ahora, después de "tanto" tiempo en el cual yo he sido quien soy (pues me cansé de querer no serlo frente a él, y parecer algo agradable), después de tantos desplantes, de tantas heridas superficiales con sabor a limón y sangre, después de tantas pequeñas lágrimas regadas en mi colchón, en donde esta más que escrito su nombre... Ahora, después de haber estallado para mis afueras, después de perderle el miedo... Viene a decirme que me quiere, que le gusto y que... no sé qué tantas tonterías más. Y quisiera que me importase más de lo que en realidad me importa.
[No tengo tiempo ahora para estar enamorada de un wey que me hizo mal sin saberlo, no tengo tiempo de ilusionarme por ese tipo de cosas, claro que no...]

Por otro lado...
Dolor y angustia por el extravío de un pasado tan lejano como presente se ha vuelto estos días. Ya estoy más tranquila, puesto que en las pocas zonas donde hay internet, se han encargado de actualizar la información, aunque sea de a poco, y me dan un panorama no tan devastador para mi zona de interés (en específico). Es una pena y una lástima que ya hayan muerto al rededor de 800 personas... En verdad, mis condolencias a todas esas familias chilenas en desastre y desesperación.

Luego, el asuntejo de que "Beto, estas bien? Oh, garcias a Dios no te pasó nada"..
Sí bueno, es un asunto que me revuelve el estómago y las tripas del coraje, puesto que Beto (!!!) no es así como tan importante como para ignorar el hecho de tantos fallecidos y de tantos damnificados. Amén a Dios que ellos estan sabiendo salir adelante a los pocos días de la tragedia.

Ahora... Ahora se me viene esto de los exámenes y e extrav+io de un documento y... Mis resultados de inglés, que si es efectivo el sistema (y el trabajo de Gabriel lo permite) mañana los entregan. Espero haber dado todo... sino, que munga.

Ah, me duele la cabeza, y tengo hambre...
Ya, en serio, me rindo, dónde diablos consigo padrinos mágicos? A ellos podría pedirles una bola de cristal y así sabría si Mauricio está bien.
Demonios! Quisiera que ESO no fuera lo que más me interesa en estos momentos.
Y eso sólo ocurriría si NADA de ESTO hubiera pasado.

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