domingo, 10 de enero de 2010


Siempre quise un Príncipe Azul... Siempre un Señor Príncipe Azúl...
O al menos mientras fuese niña... Sólo cuando, de pequeña, me gustaba aceptar que me tocó ser mujer.
Nunca entendí bien el concepto de los Principes. Si acaso llegué a conocer a uno (en la tele), pasaba por algún escándalo sexual o de infidelidad. Por supuesto en aquellos tiernos ayeres tampoco entendía qué quería decir eso. Tal vez por eso nunca entendí en qué consistía un Príncipe. Pero sabía por sentido común (y los maravillosos cuentos de Disney) que eran perfectos.
Perfectos.
Una vez conocí a alguien perfecto... y lo era todo, excepto un Príncipe.
Y sí pues, siempre quise uno. ¿Para qué?... Tal vez él tendría un caballo blanco de pelo color gris y ojos negros... Sí, podía imaginarme al caballo, porque había visto uno, había llegado a tocarlos, incluso sabía (y lo sigo sabiendo) cómo huele un caballo, o varios.
Pero un Príncipe... ¿Olería bien?... Suponía que sí... Y debía saber bien, también. (Desde que tengo memoria soy así... rara prueba cosas/gente/quimeras).

Yo quería uno de... Piel blanca, creo. ¿Eran los convencionales, no?... Rubio como el sol y de cabello largo, rizado en las puntas. Sonrisa Colgate y aliento de mentas. Con ojos azules profundos y expresivos, alto y de brazos fuertes pero manos suaves...

A la larga entendí muchas cosas.

Vivo en México. A la gente así sólo se les puede llamar de tres maneras:
*) Extranjeros
**) Hermanos de la Fé (Testigos de Jehová)
***) Gay's


Entre más crecía, más buscaba un príncipe así. Conocí a uno de características semejantes (y que como plus extra [Gracias Dios!] bailaba tremendo!)... Pero claro, los chicos así, reitero, ya tienen novio.
(Desperdicio, digo yo)
(Afortunados, dicen ellos).

Mientras más vagaba, mi concepto de Príncipe fue cambiando. Aladdin me dió la idea que justificaba mi situación. "Claro, los príncipes morenitos también existen" me llegué a decir un par de ocaciones hasta terminar de convencerme de que... ¡!... La verdad no tenía opción, no había mucho de donde escojer.

Y seguí en mi andar, y seguí descubriendo más cosas... Ya nadie tiene caballos, sólo la Policía montada, y en realidad no son muy agradables. Los desechos de los animales hablan por sí sólos. Y quizá por eso aún no olvido a qué huelen los caballos.
Y supe que los Príncipes tienen carros... Pero a pie son mejores. Sí. Es mejor caminar que sólo ver pasar cosas con rapidez. Si estuviese a punto de morir y viera pasar mi vida, odiaría el hecho de estar subida a un Mercedez y no dejarme disfrutar de la vista con tranquilidad. Sería horroroso.
Bien, morenito y a pie. Me agrada el concepto. Las cosas se ven cada vez mejor, posiblemente encuentre a mi Príncipe.

Y que me voy dando cuenta. Los ojos azules escaséan. Pero los profundos no, y los negros son más enigmáticos. Pero ¿Qué es esto?... Es alto, de piel chocolate, de ojos negros y cabello medio largo. De brazos fuertes y fornidos, y sonrisa asesina. ¿¡Lo Encontré!?
[!!!!]

Jajá, olvidé poner en mi lista: "Que me quiera"
Sí, olvidé buscarle inteligencia a mi Príncipe Azul.
Y quien sabe si siga siendo azúl, le he modificado tantas cosas que quizá ya sea morado. Y si estamos en esto, y voy recopilando lo que más me gusta, pues volvámoslo un Príncipe Morado.
Un Señor Príncipe Morado.

Inteliencia. Hay alguien inteligente por ahi que fija una extraña atención en mí. Pero parece muerto en vida. Parece vacío, seco por dentro.
Okay, agreguémosle a la lista: carismático.
[Que bueno fue ir aprendiendo palabras nuevas mientrás crecía y estudiaba]

Y qué si no tiene ojos profundos, o cabello largo. Yo quiero que me haga reír.
...

Fué divertido ir viviendo e ir conociendo a la gente que compartía un poco de vida conmigo. Y fuí recopilando cada cosa que yo amaba, y las apilaba en una lista mental, y seguía buscando...

Jamás encontré a alguien que la llenara por completo...

.- Inteligente
.- Carismático
.- Con sentido del humor
.- Tiérno
.- Espontáneo
.- Risueño
.- Misterioso
.- De buenas intenciones
.- De malas intenciones de vez en cuando
.- Estudioso
.- Dormilón
.- Responsable
.- Que le gustara el fut bol sólo en los Mundiales
.- Que tocara la guitarra
.- Que amara caminar
.- Que amara la lluvia
.- Que tomara chocolate caliente
.- Que viera caricaturas
.- Que jugara videojuegos
.- Que supiera cocinar
.- Que comiera mucho chile
.- Que cantara en voz alta
.- Que amara la poesía
.- Que le gustara escribir
.- Que fuera vale madres :3

...
Y no...

Terminé por darme cuenta de que las personas son HUMANAS.
Y de que los Príncipes son unos hijos de papi que gastan una fortuna en sexoservidoras y caviar, que en realidad lo único que saben medio hacer es tocar el piano y que quien sabe si sean como los pintan.
Supe que los Príncipes que conocemos son pura ficción y nada más.
Y que no hay nada mejor que la gente pseudo normal y las sorpresas que nos pueden dar.
Y que en sí... esperar algo fijo puede decepcionar bastante.
A lo que sólo me queda decir que la perfección radica en la imperfección y que los príncipes se vuelven eso, príncipes... Cuando se encuentran a Princesas como algunas de nosotras.
¡Por eso digo que Aladdin me abrió los ojos!

2 comentarios:

hystèrie dijo...

Perfección imperfecta?
Jajaja nuestras entradas se parecen (:

Qué raro, mi príncipe azul siempre fue como el de la sirenita n____n XD

Yo digo quee.. sí, sí existen las personas con las características que mencionaste.. más un montón de defectos. Y digo también que después de encontrarlas.. seguramente no te van a agradar del todo.

Por eso es mejor dejar que te encuentren, porque seguramente no lo vas a notar. Por eso es mejor vivir sin buscar, porque tu príncipe definitivamente no va a ser perfecto. Y de cualquier forma.. sin darte cuenta, lo vas a amar.

El problema (a estas alturas del partido), es saber si después de matar a la bruja viene el 'y vivieron felices para siempre..', porque a como va, luego de la bruja vienen los lobos, después los zombies y luego resulta que la bruja nunca murió. Jajaja supongo que los problemas son cosa de todos los días, pero eso no podemos evitarlo.

Ojalá encuentres lo que buscas y seas feliz (:

CállateTú dijo...

No sé...

Creo que cada una de nosotras fabricamos al príncipe que queremos, tomando en cuenta que sólo los construímos entre sueños y ahi es en donde siempre permanecen.

Consciente estoy de que por lo menos, mi príncipe, no puede tener el cabello dorado como el sol ni los labios rojos como el carmín. Tampoco puede tener los ojos azules y mucho menos abrir la boca para decir sandeces :)

It's all happening!